viernes, 18 de octubre de 2013

condenado a la extinción

Me resulta muy difícil de creer que a día de hoy exista gente que no sepa lo que es un lince ibérico, y que este animal es escaso y está muy amenazado de extinción. Todavía me parece más extraño que los cazadores no sean conocedores de su situación.

Por eso, cuando hace unos días saltaba la noticia en varios medios de comunicación de que "Más de un 80% de los linces encontrados muertos tienen restos de munición" me pareció retroceder en el tiempo.  Que en la actualidad se manejen estos datos es una auténtica catástrofe para la conservación de esta especie.

Linces tiroteados, atropellados, atrapados en cepos, envenenados,... ese es el trágico final que les espera a nuestros bellísimos felinos.
En el caso de los atropellos, está claro que aunque la culpa es humana por destruir el hábitat natural de las especies e impedir que los ejemplares puedan establecerse en otros espacios naturales por sí mismos sin morir en el intento, es de lógica pensar que un atropello es, al menos la mayor parte de las veces, de forma accidental (no quiero pensar que nadie ponga en peligro su vida por querer atropellar a un lince).

Pero cuando se trata de linces encontrados muertos por disparos, me resisto a pensar que es de manera accidental.

¿Con qué especie cinegética es posible confundir a un lince ibérico?¿con una perdiz?¿tal vez con un conejo?¿o quizás o jabalí?¿y un ciervo o un corzo?

Ninguna de las especies cinegéticas es mínimamente parecida en su fisonomía a nuestro lince ibérico. Por eso me resisto a creer que alguien, y menos los cazadores, que es un colectivo que sabe distinguir perfectamente  bien lo que se puede cazar de lo que no, pueda confundir al lince ibérico con ninguna presa a la que pueda tirotear.

Y lo digo en base a las estadísticas, más de un 80 % es demasiado para ser accidental. Si los cazadores no saben distinguir a un lince ibérico, habría que plantearse la opción de que todos los años sea obligatorio asistir a cursos de educación ambiental, donde aprendan que especies pueden tirotear y cuales no, qué dice la ley, cuales son las sanciones por no cumplirla, etc, etc, etc.

He leído también que algunos colectivos defensores de la naturaleza pretenden conseguir que en determinados espacios naturales, como por ejemplo en lugares donde habita el lince ibérico, se prohíba la actividad de la caza. No nos engañemos, esto no se va a conseguir NUNCA. El motivo, el de siempre: el DINERO.  El maldito dinero es lo único que importa. La caza mueve mucho dinero, sobre todo en las monterías, y ningún político va a promover la prohibición de la caza. Es más, con las nuevas normativas es posible que incluso se fomenten más este tipo de actividades.

Por otra parte, también he leído en algunos foros y páginas que podría ser que hubiera algunas personas interesadas en que el lince ibérico siga siendo una especie en peligro de extinción, estaríamos hablando entonces de una auténtica conspiración contra este felino. El motivo: el de siempre, el DINERO. El que invierten las administraciones públicas y las ayudas europeas en actuaciones en favor de su conservación. Que no olvidemos que es mucho dinero el que mueve el lince.

Esta y otras barbaridades se extienden por internet en relación al lince ibérico, algunas de ellas no quiero ni siquiera mencionar por no promoverlas.

Por unas cosas o por otras, el lince ibérico está condenado a la extinción, o al menos a no dejar de estar en peligro de extinguirse. Esta es la dura realidad, pero no debemos ser cómplices de ella.



No seamos cómplices de su extinción, si tenemos conocimiento de malas prácticas o encontramos algún ejemplar muerto hay que ponerlo en conocimiento de las autoridades para que se tomen las medidas oportunas.

Nota: con este artículo sólo pretendo dar mi opinión, aunque como es de esperar no gustará a todo el mundo.