El buitre negro (Aegypius monachus) es una de las pocas especies de buitres que vuelan en nuestros cielos. Su gran envergadura lo distingue en vuelo de su primo el buitre leonado, puede llegar a medir 3 metros y su silueta rectangular y oscura lo hace inconfundible.
La función ecológica de los ángeles negros es indiscutible, se alimentan de cadáveres de otros animales, aunque prefiere alimentarse de la musculatura y evitar las vísceras, lo que deja para otras especies carroñeras.
En Andalucía esta especie está presente, destaca la población que existe en el Parque Natural Sierra de Hornachuelos, se puede decir que este buitre es la joya faunística de este espacio natural, porque es poco habitual verlo y porque es una especie catalogada como en Peligro de extinción en el Libro Rojo de los Vertebrados de Andalucía. La pérdida de hábitats naturales y el uso de venenos ha llevado a esta especie a su situación actual.
Por tanto, la protección de los hábitats, y la prohibición del uso de venenos, así como evitar la caza ilegal e instalar comederos para suplir la falta de alimentación ha sido crucial para la recuperación de la especie. Es importante conservar estas especies carroñeras, porque bajo su protección se está preservando una gran biodiversidad, ligada a los espacios naturales en los que habita.
SEO/BirdLife ha declarado al buitre negro como ave del año 2010.
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