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sábado, 9 de febrero de 2013

Doñana no se toca

Doñana es posiblemente el espacio natural protegido más importante de España e incluso de toda Europa, tiene dos figuras de protección otorgadas por la Ley, es Parque Nacional y Parque Natural. Además cuenta con otras figuras de reconocimiento y protección internacional:
  • Reserva de la Biosfera (Programa MaB - UNESCO)
  • Humedal de importancia internacional por el Convenio de Ramsar
  • Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA)
  • Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)
  • Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

"Flamencos en Doñana". Premio Fauna 2007. Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía. Autor: Jorge Sierra


Esta foto, una de mis favoritas, ya nos da una idea de la importancia de conservar este lugar, donde viven muchas especies animales y vegetales, entre ellas el lince ibérico y los espectaculares flamencos.

Pero Doñana, a lo largo de la historia ha sufrido duros golpes que han puesto en peligro su conservación. El más conocido es sin duda el accidente minero de Aznalcóllar, ocurrido en abril de 1998, cuando una balsa de residuos mineros de metales pesados y  de una elevada acidez, perteneciente a la empresa Boliden-Apirsa, se fracturó y liberó a la cuenca del río Guadiamar, el último gran afluente del Guadalquivir, 6 hm3 de lodos piríticos y aguas ácidas con una elevada concentración de metales en disolución.

Vista aérea del desastre. Fuente: elmundo.es

Las consecuencias ecológicas fueron muy graves puesto que se contaminaron las aguas, los suelos y los cultivos, y afectó a la flora y fauna silvestre de la zona. Fue necesario una intervención de urgencia por parte de la administración pública para detener el avance del vertido, así como de limpieza y descontaminación de la zona afectada. Todo ello supuso una gran inversión económica estimada en cerca de 90 millones de euros.
90 millones de euros, de los cuales la empresa responsable del desastre quedó absuelta de pagar.

Tras la restauración de la zona contaminada, se declaró el Corredor Verde del Guadiamar como Paisaje Protegido, constituyendo de esta manera un paso natural para las especies, que conecta Sierra Morena con Doñana.

Al siguiente año, en 1999, se produjo un vertido de fuel de un petrolero junto a la refinería La Rábida de Cepsa, que terminó afectando a la playa de Matalascañas y a la costa del Paque de Doñana.

En octubre de 2012, WWF denunciaba vertidos de aguas residuales sin depurar procedentes de 3 municipios, lo que supone 5 millones de litros diarios, lo equivalente a 2 piscinas olímpicas.
Mapa de los vertidos. Fuente: WWF (Pica sobre el mapa para ampliar)

Y ahora nos encontramos con un nuevo proyecto de Gas Natural que ha contado con la aprobación del gobierno y que consiste en construir 14 pozos de extracción, 20 nuevos km de gasoducto y sustituir 50 km ya existentes por nuevas canalizaciones. Está previsto extraer 7.000 gigavatios/hora de gas y se contempla una segunda fase en la que se pretende aprovechar las cavidades que quedasen libres tras las extracciones para el almacenamiento de gas.

No queremos que Doñana se convierta en un almacén de gas ni que se ponga en peligro la conservación del Parque Natural y Nacional, es un lugar privilegiado y muy importante ecológicamente hablando, del que deberíamos sentirnos orgullosos y tratar de proteger.

Por eso, desde este blog, quiero manifestar mi apoyo a la campaña "DOÑANA NO SE TOCA".

miércoles, 16 de marzo de 2011

agua


El día 22 de marzo celebramos, aunque creo que sin motivos de fiesta, el Día Mundial del Agua. Parece mentira que vivamos en un planeta al que quieren llamar Agua, precisamente por la extrema cantidad de este líquido que contiene esa gran esfera que desde el espacio se ve de un inconfundible color azul agua y que porta nuestras vidas, y que sólo podamos aprovechar una pequeñísima parte de este abundante pero a la vez tan escaso recurso vital.

Hace unos 3.500 millones de años, cuando se estima que empezó a gestarse la primera forma viviente sobre nuestro planeta, no existían animales, ni vegetales, ni hongos… lo único que había era una gran masa de organismos unicelulares que solo se preocupaban de comer y reproducirse, en una especie de mar gigantesco y de poca profundidad al que los científicos llamaban sopa orgánica.

La vida, en cierto modo, empezó en el agua, y podemos decir que desde entonces el agua siempre ha sido imprescindible para cualquier forma de vida que haya existido a lo largo de la historia del mundo, y nosotros, como bien sabemos, somos una forma de vida más. Somos concretamente una forma de vida que necesita unos 300 litros de agua cada día para poder llevar a cabo sus funciones vitales de una forma eficiente (y a veces innecesariamente cómoda), desde la ingesta directa de la citada agua hasta la ducha, pasando por la cocina, la piscina, el inodoro, la agricultura y terminando en ese grifo que gotea sin que nos demos cuenta y que hace desaparecer algo así como 30 litros de agua cada día.

Paralelamente, también compartimos este mundo con una elevadísima cantidad de seres vivos que también consumen agua, entre animales, plantas y demás, y todos necesitamos de este líquido para poder vivir.

De toda el agua que tenemos en el mundo, un 97% es el agua salada de los mares, no potable directamente, y el 3% restante es agua dulce superficial, subterránea y en forma de hielo y nieve. Únicamente el 0,6% de la superficie terrestre está cubierto de agua dulce, la única que nos podemos beber. De ese 0,6% tenemos que descontar el agua biológica (que es el agua que está presente en los seres vivos), el agua de la atmósfera y la humedad del suelo. Nos queda el agua de ríos, lagos y demás, que es un 0,34% del total. Ya mejor no seguimos descontando las aguas contaminadas y la de esos arroyos y ríos que no nos gustan mucho porque tienen un color raro, una espumita sospechosa o huelen mal.

Pues bien, ya sabemos cuánto tenemos para beber hoy. ¿No será este un motivo más que suficiente para dejar de derrochar y tirar porquerías al desagüe y a los ríos?