lunes, 24 de enero de 2011

los colores de la noche


El mirador del cerro Don Juan, construido no hace mucho para alzar el valor de uno de los últimos bosques que todavía conservamos en Montilla, descansa una noche más al son de las notas de los mochuelos, los grillos y el viento de la sierra. Y no me equivoco al llamarla sierra, a pesar de las opiniones generalizadas de unos pocos que no ven muchas montañas por aquí, ya que independientemente de cuáles sean las fronteras oficiales marcadas por el ser humano, creo que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que esa gran sierra a la que llamamos Subbética comienza aquí mismo, en la misma falda de la sierra de Montilla. Han hecho falta muchos años de agricultura y cambios paisajísticos para hacernos creer a los habitantes de la urbe que todo el espacio que existe hoy entre nuestra sierra montillana y la frontera legal del Parque Natural de las Sierras Subbéticas no fue en su día un gran bosque.

Por otro lado, debido a las nuevas tecnologías y al abuso de las manipulaciones fotográficas mediante el uso de programas informáticos de todo tipo, a menudo se suele dudar, y con razón, sobre la veracidad de muchas de las imágenes que vemos diariamente. Alguien puede pensar que estos no son los colores reales del cerro, sin embargo lo cierto y verídico es que la noche tiene más colores que el día, si cabe más colores incluso que el Photoshop del que tanto dependen algunos llamados fotógrafos.

Sirva esta imagen para felicitar, aunque con retraso, el ya pasado día de navidad de este año y sobre todo el año (entero) que viene ahora. Como se suele decir, para que se cumplan todos vuestros sueños. Yo no me conformo con poco, tengo varios, pero ya llegará el día de hacerlos realidad; de momento me apañaré con comer tres veces al día, que bueno es en los tiempos que corren.

Dedicada, por supuesto, a alguien que sabe mucho de esta foto.

P.D.: Es probable que a partir de ahora veáis esta foto más de la cuenta, puesto que se está usando para un cartel y algunos menesteres más de tipo divulgativo y conservacionista a nivel local (hablo de Montilla). Sí me gustaría recordar que el cerro Don Juan, al igual que cualquier otro espacio natural (protegido o no) donde conviven mutuamente animales, plantas, hongos y demás seres vivos, es un espacio nuestro, no de un particular o un ayuntamiento, y como tal así debemos mirar por él. Si alguien (un ayuntamiento o quien sea) se gasta un dinero en adecuar una zona concreta para un uso más cómodo para nuestra especie, lo ideal, como personas educadas que somos, es responder adecuadamente. Solo así podremos disfrutar de estos lugares, eso sí, hasta que nosotros queramos, no hasta que los políticos quieran, por aquello de que somos nosotros los que acostumbramos a destrozarlo todo.
  • Cámara: Canon EOS 5D + empuñadura.
  • Objetivo: Canon EF 28-135mm f/3.5-5.6 IS USM, en 28 mm.
  • Soporte: Trípode Manfrotto 190XPROB con rótula 484 RC2.
  • Accesorios: Disparador remoto.
  • Parámetros: 180 segundos, f/4.5, ISO 50, creo recordar que 13 disparos de flash para iluminar los dos olivos que salen en la imagen (el resto es luz natural y algún restillo de luces parásitas de algunos pueblos, que en mi caso me han venido bien para darle ese tonillo rosa a la parte de abajo del cielo), y espejo levantado (no sé muy bien para qué, sinceramente).
  • Encuadre original.

domingo, 16 de enero de 2011

una jungla de plástico, aluminio y plomo


Muy buenas. Vamos a intentar explicar una cosa sin ofender a nadie. Esto es algo bastante simple, pero muy difícil de comprender para algunas personas, y no por su complejidad, sino porque se sale de esos parámetros que mueven a ciertos individuos de Homo sapiens dentro de sus costumbres, sus querencias, sus aficiones o la cultura que les han sido inculcadas por otros ejemplares de su misma especie. Vamos al lío. En el año 1953 se firmó en España un decreto, el cual terminó en la ya casi olvidada por los cazadores “Ley de Alimañas”, con la que ciertas personalidades políticas de aquel entonces nos invitaban a EXTINGUIR completamente a TODAS las “alimañas” de nuestro país. Se mataron cerca de 2 millones de depredadores, entre ellos lobos, zorros, ginetas, rapaces, linces y casi todas las especies de esos animales que hoy todavía muchos siguen considerando eso, alimañas. Fue por aquel entonces cuando una gran persona a la que todos conocemos muy bien, nuestro querido amigo Félix Rodríguez, hizo gala de su don de la palabra y se atrevió a proponerle al mismísimo Franco que cambiase de idea y le diera la vuelta a la tortilla. Consiguió de forma casi heroica transformar las mentes de los ciudadanos y convertir a esas alimañas en unos animales necesarios para el equilibrio ecológico. El lobo, entre otros, pasó de ser una amenaza para el hombre y el ganado a ocupar las listas de especies protegidas. Un año antes, en 1952, un médico francés introdujo la mixomatosis en unos cuantos conejos, cuyo resultado ya conocéis casi todos. La población de conejos descendió tanto en tan poco tiempo que los pocos depredadores que se alimentan de ellos que quedaron después de la citada ley no consiguieron reponerse suficientemente bien. Sin embargo los conejos, debido a su elevada capacidad reproductora, sí que volvieron a subir su número con una relativa rapidez en algunas zonas. Por otro lado los carnívoros, que dependen de esta especie, son más lentos procreando. Si a todo esto le sumamos que hoy día se siguen exterminando a estos animales, el resultado es que actualmente existe un desequilibrio bastante importante en nuestros ecosistemas (por lo contado anteriormente y por otros muchos factores), y los depredadores que nos quedan son insuficientes para poder mantener a raya a los componentes del piso bajo de la pirámide ecológica. Es por esto que “hacen falta” cazadores, pero hacen falta cazadores por culpa de los cazadores. De los cazadores, de la destrucción de los hábitats, de la introducción accidental o intencionada de especies exóticas… somos la única especie animal capaz de agotar sus recursos. Ahora hay cartuchos, perdigones y todo tipo de basura inorgánica por todas partes. Es eso lo que hoy queda en el campo: una jungla de plástico, aluminio y plomo.

P.D.2: Sapo corredor (Bufo calamita), una bonita joya de nuestras zonas húmedas.

miércoles, 12 de enero de 2011

El animal más bello del mundo

Si consultamos en el diccionario de la Real Academia Española la definición de la palabra Belleza, nos dice lo siguiente: "Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas".

Escribo sobre la belleza después de escuchar el programa de radio "La Aventura de la Vida" del año 1974, presentado por Félix Rodríguez de la Fuente en el que reflexiona sobre este concepto, que gracias a las nuevas tecnologías y el acceso a la información de la que disponemos actualmente es posible volver a escuchar estos programas que se emitieron antes incluso de que yo naciera.

¿Cúal sería para ti el animal más bello del mundo? No sé si alguna vez te lo has planteado. Para Félix estaba bastante clara su respuesta. El animal más bello del mundo, ese que posee la belleza suprema, es el leopardo. Esos ojos de color verde esmeralda, esa piel moteada, esa figura característica de los felinos.  Pero no sólo las características físicas hacen de este animal que sea uno de los más bellos del mundo, sino también sus cualidades, esas que la naturaleza le ha dotado: una piel suave que le permite moverse entre la vegetación sin hacer el más mínimo ruido, un pelaje perfectamente adaptado al medio y que le hace camuflarse a la perfección, gran capacidad de saltar, una gran fuerza para cazar a sus presas, una velocidad increíble en carrera, en definitiva un ser que ha evolucionado tanto que llega a rozar la perfección.

Para Félix, la conclusión a todo esto es que la belleza está vinculada a la perfección y a la adaptación al medio en el que vive esa especie.

Pienso que no le faltaba razón a Félix cuando decía eso, quizá por eso para mí el animal más bello del mundo, ese que me parece el ser más perfecto que existe sobre la tierra sea también el más adaptado al medio, el más evolucionado de nuestra fauna ibérica. Estoy hablando por su puesto de nuestro lince ibérico.
Una criatura de perfectas proporciones, un pelaje moteado que le proporcionan un camuflaje extraordinario y sobre todo una rapidez cazando sus presas que es admirable. Está tan especializado en la caza de conejos, que gasta muy poca energía. Para mi, el lince es el ser más perfecto que existe.
Su supervivencia está en peligro, quizás por esa especialización de la que hablamos, quizás por haber llegado a tal punto en la evolución, quizás por ser tan perfecto.
¿Cuál es para ti el animal más bello?¿Por qué?


viernes, 7 de enero de 2011

Aumenta la lista Ramsar

Una buena noticia para los espacios naturales españoles: cinco nuevos humedales han sido incluidos en la lista del Convenio Ramsar, firmado por España en el año 1982.
Se trata de los siguientes:

- Ría de Villaviciosa (Asturias)
- Laguna de Campotejar (Murcia)
- Laguna de Las Moreras (Murcia)
- Las Saladas de Sástago-Bujaraloz (Zaragoza)
- Los Tremedales de Orihuela (Teruel)

En total son ya 73, los humedales españoles que conforman el listado Ramsar. Son zonas de importancia internacional, especialmente como hábitats para las aves acuáticas. Por todo el mundo existe una red de más de 1700 humedales de gran interés ecológico, muy importantes para conservar la biodiversidad.
Las aves no entienden de fronteras políticas, se mueven de unos países a otros guiadas por su instinto y por su naturaleza. Es evidente la importancia de proteger las zonas húmedas de todo el mundo, porque de nada serviría proteger a las especies y sus ecosistemas en un país, si cuando cruzan la frontera no tienen un lugar donde alimentarse ni donde criar.
Si quieres consultar los humedales Ramsar que tenemos en España pincha AQUÍ.
Más info sobre los espacios Ramsar españoles en el Ministerio de Medio Ambiente.