viernes, 24 de agosto de 2012

un insecto con cara alienígena


La mantis religiosa es un insecto curioso, siempre me ha llamado la atención, principalmente por su aspecto. No es un animal que se pueda considerar entre los más bellos precisamente, bueno, aquí también depende del gusto de cada uno, la belleza siempre es relativa. Se camufla perfectamente entre la vegetación, por lo que no es fácil verla.

Su cabeza, que puede girar hasta 180º,  me recuerda a los extraterrestres que aparecen en muchas películas. Creo que este animal ha servido de inspiración para diseñar esos personajes llegados a la Tierra desde planetas lejanos. A pesar de su aspecto, un poco diabólico quizás, no es un animal venenoso ni peligroso para el ser humano, sino todo lo contrario.

También es conocida como santateresa. Su nombre se debe a la posición del animal cuando acecha a una presa, pues parece que estuviera rezando para que no se escapara. En otros lugares recibe nombres populares con connotación negativa, como caballito del diablo.



Su biología y su forma de alimentarse es bastante peculiar. Le gusta comer de todo tipo de insectos, de ahí que sea un buen aliado de los agricultores, pero la particularidad es que se los come vivos. Podría parecer una crueldad dicho de esta manera, ya que por lo general la mayoría de animales que cazan otros animales primero los matan y luego se los comen.

Pero sin duda alguna, si por algo es conocido este insecto es por su forma de reproducirse. Las hembras suelen comerse a los machos durante o después del apareamiento, como puede verse en este video:



Para terminar este texto, sólo me queda decir que cuando veas a estos animalitos en el campo, no los mates sólo porque te parezcan feos o peligrosos, pues no te harán ningún daño, solamente cumplirán con su función ecológica y serás  beneficiado, ya que se alimenta de otros insectos que en ocasiones pueden ser molestos, como por ejemplo las moscas.

lunes, 20 de agosto de 2012

cuando el verde cede el paso al luto


Los datos a día de hoy son lamentables, en España se han quemado cerca de 140.000 hectáreas de superficie forestal  en lo que llevamos de 2012. Es el peor año  de la última década, esta superficie es más del triple de la del 2011.

El fuego ha arrasado zonas de alto valor ecológico a lo largo y ancho de nuestro país, tanto en la península como en las islas. Y lo peor de todo es saber que todos o casi todos estos incendios han sido provocados de forma intencionada o por acciones negligentes e irresponsables, es decir, que se podrían haber evitado. 

El paisaje que deja un incendio forestal es desolador, tardarán años, incluso varias décadas en recuperarse esos terrenos, eso sí, con una buena gestión de los mismos.

Ha sido un año muy seco y estamos viviendo días de mucho calor, esto favorece que el fuego se propague muy rápidamente y arrase con toda la vida que encuentra en su camino. El color verde, el color de la vida, cede el paso al luto.



Los incendios forestales suponen una serie de consecuencias:
  •  Muerte de gran cantidad de animales, especialmente aquellos que no tienen una alta capacidad de desplazamiento o que se ven rodeados por las llamas sin poder escapar. Además, se pierde el hogar de estos animales, los que han escapado deberán buscar otro refugio y otra fuente de alimentación.
  • Muerte de todo tipo de vegetación, todos los estratos son calcinados.
  • Aumentará la erosión cuando aparezcan las lluvias, ya que la vegetación no podrá ejercer de colchón para el impacto de las gotas de agua. Lo que provocará a su vez, la eliminación de la capa superficial del suelo, la capa fértil, limitando el asentamiento de nueva vegetación.
  • Contaminación atmosférica: una gran liberación de CO2 y otros gases contaminantes durante el incendio, pero también dejarán de ser un sumidero de estos gases, al eliminarse la vegetación.
  • Contaminación de las aguas: la lluvia arrastrará las partículas calcinadas y la tierra hacia los cursos fluviales.
  • Pérdidas económicas: se perderán todos los aprovechamientos sostenibles que se venían haciendo en ese lugar, como pueden ser la apicultura, ganadería,  la recolección de corcho, piñas, setas, etc, etc. Se perderán también ingresos por turismo activo o de naturaleza: senderistas, aficionados a la ornitología, deportistas,…

Las administraciones públicas deberían ocuparse y preocuparse de poner todos los medios a su alcance para evitar que se produzcan los incendios forestales: más vigilancia en los montes, más labores de prevención, más pastoreo controlado, y más rapidez para controlar el incendio. No se puede  escatimar en recursos que protejan la vida de nuestros espacios naturales.
Como ya he defendido en otras ocasiones, este tipo de actos, deberían ser considerados como terrorismo ambiental.