lunes, 21 de febrero de 2011

Biodiversidad: en peligro

La conservación de la biodiversidad de nuestro planeta es el reto más importante al que nos enfrentamos en el siglo XXI. Es un grave problema ambiental y por suerte cada vez más somos conscientes de la necesidad de poner freno a la pérdida de especies.

Se habla ya de la 6ª gran extinción mundial y esta vez se debe sobre todo a las actuaciones humanas sobre los ecosistemas. Por eso, en el 2010 se celebró el Año Internacional de la Biodiversidad, para hacer llegar a todo el mundo este grave problema.
Como todos los problemas ambientales, la desaparición de especies nos afecta puesto que nuestra alimentación, nuestros textiles, nuestros medicamentos y muchas más cosas dependen de la biodiversidad.
Por tanto, conservar a las especies es garantizar nuestra propia supervivencia y con ello mejorar nuestra calidad de vida.

En el siguiente video titulado "La biodiversidad de nuestro planeta se extingue", se pone de manifiesto muchos aspectos que conviene conocer:


miércoles, 16 de febrero de 2011

un rayo multicolor


Pocos animales existen en nuestra avifauna con la rapidez, la maniobrabilidad y la extrema precisión que caracteriza a los gráciles abejarucos cuando cazan en vuelo a los insectos voladores que les sirven para nutrir sus coloridos cuerpos. Hemos visto cientos de veces, en plena naturaleza viva si hemos tenido la oportunidad o en un mero documental, la rapidez con la que un guepardo caza a una gacela o la velocidad a la que un sapo o un camaleón saca su lengua y la vuelve a introducir de nuevo en su boca para atrapar un insecto, pero a veces se nos pueden pasar por alto, quizá porque estemos acostumbrados a verlo demasiadas veces, o bien porque no nos llame mucho la atención, algunos detalles tales como el comportamiento, los métodos de caza y sobre todo la desorbitada agilidad en el aire que caracteriza a uno de los representantes de nuestra fauna más numeroso y, si me dejáis, más bonito, para poder capturar a los insectos voladores de los que se alimenta. En las múltiples ocasiones en las que he podido observar a los abejarucos europeos (Merops apiaster) en el campo hay una cosa que siempre me ha llamado la atención, y no por su espectacularidad, ya que esta estirpe africana, entre el público normal de a pie, desentendido en toda materia de tipo faunístico, nunca ha podido tener el número de fans que reúne por ejemplo el halcón peregrino en sus picados, pero no deja de ser algo impresionante a la vez que efímero, digamos que fuera de lo normal, eso en lo que nunca nos fijamos pero que no por ello debemos dejar que pase desapercibido. Es bastante común en las aves de este género el matar a sus presas, casi siempre insectos, a base de propinarles algunos súbitos golpes contra la rama que usan para posarse. Esto es especialmente importante sobre todo para las abejas, presas comunes y que dan nombre a esta especie, ya que de otra forma correrían el riesgo de ser intoxicados por el veneno de estos insectos. La perfección no existe tampoco ni siquiera en nuestra madre Naturaleza, y a veces al lanzarlo hacia arriba para voltearlo y ponerlo de cabeza para poder tragarlo bien, el insecto se les escurre del pico. Justo en ese preciso instante, y casi con la rapidez de un rayo, tanta que no me deja tiempo ni para seguir al sujeto con la cámara y mantenerlo dentro del encuadre, el abejaruco se impulsa hacia abajo con sus pequeñas patas sindáctilas, abre raudo sus perfectas alas de acróbata y en menos de dos segundos, con un giro cerrado y antes de que la presa tenga tiempo de llegar al suelo, situado a tan solo 30 ó 40 centímetros de la rama que usa para posarse, el abejaruco estará ya de nuevo en su percha con el insecto en el pico.

martes, 15 de febrero de 2011

Sendero La Carrizosa


El sendero de La Carrizosa se encuentra dentro de la Reserva Natural de la Laguna de Zóñar, en el municipio de Aguilar de la Frontera. En algo más de 2 km de sendero se disfruta de un agradable paseo, contemplando el magnífico paisaje. Con suerte y con paciencia se pueden observar a las rapaces sobrevolando la laguna y muy frecuentemente se escuchan a los ruidosos habitantes del agua: ánades reales, cucharas, porrones, fochas,...

A lo largo del recorrido existen paneles interpretativos de la vegetación que allí podemos encontrar informando del nombre común de la especie, nombre científico, una descripción de las características, dibujos esquemáticos de las hojas, las flores, los frutos y de algunas curiosidades o utilidades que se le han dado a esa especie tradicionalmente.
Entre otras, podemos observar torvisco, algarrobos, madreselva, matagallo, madroños,  acebuches,...


Otro de los atractivos de la laguna de Zóñar es el observatorio de aves, un rinconcito especial para todas las personas que disfrutamos observando e identificando a las aves. Es curioso cómo se pasa el tiempo allí dentro, simplemente siguiendo el vuelo del aguilucho lagunero, las ondas en el agua formadas tras las anátidas o un simpático conejito tomando el sol. Es recomendable llevar unos prismáticos y una buena guía de aves para disfrutar de todo lo que la naturaleza y la laguna nos puede transmitir y enseñar.
Más info: AQUÍ

martes, 8 de febrero de 2011

Atún rojo: una delicia al borde del abismo

Si hablamos de atún rojo igual se te hace la boca agua, pero ¿sabías que esta especie sufre un ritmo de pesca insostenible?

Es un pescado muy preciado en la cocina de todos los países del mundo, por su valor nutritivo y por su exquisito sabor. Durante milenios se ha realizado la pesca de esta especie, muestra de ello son las ruinas de la ciudad romana Baelo Claudia en la provincia de Cádiz, lo que nos hace una idea de la importancia que el atún tenía para el imperio romano.

Pero como ha ocurrido con otras especies, el atún rojo (Thunnus thynnus) ha sufrido una sobreexplotación a la que no ha sido capaz de sobreponerse, sobre todo en las últimas décadas: los métodos de captura cada vez son más efectivos y no se respetan los ciclos biológicos, por lo que si seguimos este ritmo de captura, pronto dejaremos de tener atunes rojos en nuestros mares y nuestra dieta se verá empobrecida.

WWf ha pedido su inclusión en el Anexo I de CITES, lo que implicaría la prohibíción de su comercio internacional, que es la causa de su agotamiento.

En la modalidad de pesca deportiva, se ha prohibido la venta de atún rojo. Los ejemplares capturados deben ser soltados de nuevo al mar.

Llegado este punto, se hace necesario poner en marcha un plan de recuperación de la especie: conceder un tiempo para que los individuos se puedan reproducir sin realizar capturas, evitar las pesca ilegal y dejar de consumir atún rojo, hasta que la especie vuelva a tener una población considerable y con garantías suficientes para volver a consumir este pescado.

¡Ahora o nunca!

miércoles, 2 de febrero de 2011

Día Mundial de los Humedales

El 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, que conmemora la fecha en la que se acordó la Convención sobre los Humedales, hace ahora 40 años, que se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar.


Desde el año 1997, los organismos oficiales, organizaciones no gubernamentales, asociaciones y otros grupos interesados por el medio ambiente aprovechan esta oportunidad para organizar jornadas y actos encaminados a recordarnos la importancia ecológica de los humedales, especialmente para las aves acuáticas. En esta ocasión,  ya que este año  se celebra el año Internacional de los Bosques el tema elegido es “Bosques para agua y humedales“, con el que se ha editado material didáctico.

El Ministerio de Medio Ambiente, junto con la Fundación Biodiversidad han preparado para los próximos días diversos actos y actividades.

A continuación puedes ver un vídeo sobre la importancia de los humedales:


Para terminar te dejo unas tiras cómicas elaboradas ramsar.org sobre humedales:



¡Felíz día de los Humedales!




martes, 1 de febrero de 2011

código ético


No todo va a ser salir al campo con una cámara y punto… ¿verdad? Los animales, las plantas, la Naturaleza en general y todo lo que la rodea está formado principalmente por seres vivientes, que sienten exactamente igual que nosotros, y por otros elementos, llamémoslos inertes, tales como piedras, grietas, montañas, llanos, cárcavas, ríos y demás infraestructuras naturales o artificiales que sirven para dar cobijo y en definitiva para proporcionar una cierta dosis de vida a todos estos seres. Si no respetamos todo esto, mañana no tendremos ni un solo ápice de tierra natural sana, ni un solo atisbo de vida. El solo y mero hecho de “ponerse delante de un bicho” con una cámara implica, en mayor o menor medida, causarle algún tipo de molestia al bicho en cuestión, aunque sea mínima. No tiene sentido descuidar ninguno de estos aspectos por coleccionar un par de fotos, y desde mi punto de vista (y creo que desde el punto de vista de cualquiera que ame la vida propia y la ajena) creo que una persona que no sigue unos pasos básicos que le ayuden a causar el mínimo impacto posible al medio natural que le rodea nunca merecerá llamarse “fotógrafo de naturaleza”. Para conseguir todo esto se ha ideado lo que los fotógrafos y naturalistas en general llamamos el Código Ético del Fotógrafo de Naturaleza:

1. La seguridad del sujeto y la conservación de su entorno son siempre más importantes que la obtención de su fotografía.

2. Hay que documentarse ampliamente sobre la biología y el comportamiento de las especies a fotografiar, con el fin de prevenir actuaciones improcedentes. Asimismo, adquirir también los conocimientos técnicos necesarios para abordar con seguridad la fotografía de seres vivos en cada situación que se presente.

3. Solicitar los permisos necesarios a las autoridades competentes para fotografiar especies y enclaves que lo requieran por ley, y si los terrenos son privados, también a sus propietarios. Hay que ser respetuoso con el modo de vida de las personas que viven y trabajan en el medio natural.

4. Para fotografiar fauna, se debe trabajar preferentemente con ejemplares libres y salvajes en su medio natural, sin alterar su normal comportamiento. Hay que evitar las situaciones delicadas como animales incubando o con crías recién nacidas, especialmente en condiciones meteorológicas desfavorables, (frío, lluvia, sol directo…). Si las condiciones permiten el trabajo fotográfico habrá que tomar las máximas precauciones, desistiendo si las crías corren algún peligro.

5. Se evitará en lo posible el traslado de especies para su fotografía en estudio. Se retornarán a su lugar de origen, sin daño alguno, y en el plazo más breve posible, aquellos especímenes que, excepcionalmente, hayan sido tomados de su hábitat, quedando excluidos aquellos que están protegidos por la ley si no se dispone del permiso de las autoridades competentes.

6. Para fotografiar flora, hay que trabajar preferentemente en el campo, evitando arrancar total o parcialmente las especies, quedando excluidas de esta consideración las especies protegidas.

7. No debemos rehuir informar que una fotografía ha sido realizada en condiciones controladas. Las fotos en zoológicos, centros de fauna y similares, pueden suponer una mayor tranquilidad para las especies más escasas y vulnerables.

8. Evitar el corte de ramas y vegetación para camuflar los escondites (hide) que se emplean para la fotografía de fauna salvaje, utilizando preferentemente redes de hojas artificiales o en su defecto ramas muertas y vegetación seca.

9. El camuflaje natural de un nido, manipulado para una sesión fotográfica, debe ser restaurado a su término. Las ramas se atarán mejor que cortarán y, por supuesto, nunca se dejará expuesto el nido a depredadores, a otras personas o a las inclemencias del tiempo.

10. Evitar manipular cualquier elemento mineral o arqueológico de modo que pudiera alterarse irremediablemente la integridad de una formación geológica o paleontológica.

11. Pasar desapercibidos siempre durante nuestro trabajo de campo, no atrayendo la atención del público o de un depredador. No revelar la localización de especies raras o amenazadas, salvo a investigadores acreditados y administraciones competentes que contribuyan a su protección.

12. Hay que mantener siempre limpio el lugar de nuestro trabajo de campo, eliminando también cualquier huella de nuestra actividad.

13. El fotógrafo de naturaleza que trabaje fuera de su país debe actuar con el mismo cuidado y responsabilidad que si estuviera en el suyo propio.

14. Informar a las autoridades de cualquier infracción que observemos contra la Naturaleza, incluidas las actuaciones al margen de la ley que pudieran realizar otros fotógrafos.

15. Colaborar con otros compañeros para mejorar las condiciones de trabajo en la Naturaleza, divulgando al mismo tiempo el presente código ético entre todos aquellos que lo desconozcan.

Fuente: AEFONA (Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza).

lunes, 24 de enero de 2011

los colores de la noche


El mirador del cerro Don Juan, construido no hace mucho para alzar el valor de uno de los últimos bosques que todavía conservamos en Montilla, descansa una noche más al son de las notas de los mochuelos, los grillos y el viento de la sierra. Y no me equivoco al llamarla sierra, a pesar de las opiniones generalizadas de unos pocos que no ven muchas montañas por aquí, ya que independientemente de cuáles sean las fronteras oficiales marcadas por el ser humano, creo que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que esa gran sierra a la que llamamos Subbética comienza aquí mismo, en la misma falda de la sierra de Montilla. Han hecho falta muchos años de agricultura y cambios paisajísticos para hacernos creer a los habitantes de la urbe que todo el espacio que existe hoy entre nuestra sierra montillana y la frontera legal del Parque Natural de las Sierras Subbéticas no fue en su día un gran bosque.

Por otro lado, debido a las nuevas tecnologías y al abuso de las manipulaciones fotográficas mediante el uso de programas informáticos de todo tipo, a menudo se suele dudar, y con razón, sobre la veracidad de muchas de las imágenes que vemos diariamente. Alguien puede pensar que estos no son los colores reales del cerro, sin embargo lo cierto y verídico es que la noche tiene más colores que el día, si cabe más colores incluso que el Photoshop del que tanto dependen algunos llamados fotógrafos.

Sirva esta imagen para felicitar, aunque con retraso, el ya pasado día de navidad de este año y sobre todo el año (entero) que viene ahora. Como se suele decir, para que se cumplan todos vuestros sueños. Yo no me conformo con poco, tengo varios, pero ya llegará el día de hacerlos realidad; de momento me apañaré con comer tres veces al día, que bueno es en los tiempos que corren.

Dedicada, por supuesto, a alguien que sabe mucho de esta foto.

P.D.: Es probable que a partir de ahora veáis esta foto más de la cuenta, puesto que se está usando para un cartel y algunos menesteres más de tipo divulgativo y conservacionista a nivel local (hablo de Montilla). Sí me gustaría recordar que el cerro Don Juan, al igual que cualquier otro espacio natural (protegido o no) donde conviven mutuamente animales, plantas, hongos y demás seres vivos, es un espacio nuestro, no de un particular o un ayuntamiento, y como tal así debemos mirar por él. Si alguien (un ayuntamiento o quien sea) se gasta un dinero en adecuar una zona concreta para un uso más cómodo para nuestra especie, lo ideal, como personas educadas que somos, es responder adecuadamente. Solo así podremos disfrutar de estos lugares, eso sí, hasta que nosotros queramos, no hasta que los políticos quieran, por aquello de que somos nosotros los que acostumbramos a destrozarlo todo.
  • Cámara: Canon EOS 5D + empuñadura.
  • Objetivo: Canon EF 28-135mm f/3.5-5.6 IS USM, en 28 mm.
  • Soporte: Trípode Manfrotto 190XPROB con rótula 484 RC2.
  • Accesorios: Disparador remoto.
  • Parámetros: 180 segundos, f/4.5, ISO 50, creo recordar que 13 disparos de flash para iluminar los dos olivos que salen en la imagen (el resto es luz natural y algún restillo de luces parásitas de algunos pueblos, que en mi caso me han venido bien para darle ese tonillo rosa a la parte de abajo del cielo), y espejo levantado (no sé muy bien para qué, sinceramente).
  • Encuadre original.

domingo, 16 de enero de 2011

una jungla de plástico, aluminio y plomo


Muy buenas. Vamos a intentar explicar una cosa sin ofender a nadie. Esto es algo bastante simple, pero muy difícil de comprender para algunas personas, y no por su complejidad, sino porque se sale de esos parámetros que mueven a ciertos individuos de Homo sapiens dentro de sus costumbres, sus querencias, sus aficiones o la cultura que les han sido inculcadas por otros ejemplares de su misma especie. Vamos al lío. En el año 1953 se firmó en España un decreto, el cual terminó en la ya casi olvidada por los cazadores “Ley de Alimañas”, con la que ciertas personalidades políticas de aquel entonces nos invitaban a EXTINGUIR completamente a TODAS las “alimañas” de nuestro país. Se mataron cerca de 2 millones de depredadores, entre ellos lobos, zorros, ginetas, rapaces, linces y casi todas las especies de esos animales que hoy todavía muchos siguen considerando eso, alimañas. Fue por aquel entonces cuando una gran persona a la que todos conocemos muy bien, nuestro querido amigo Félix Rodríguez, hizo gala de su don de la palabra y se atrevió a proponerle al mismísimo Franco que cambiase de idea y le diera la vuelta a la tortilla. Consiguió de forma casi heroica transformar las mentes de los ciudadanos y convertir a esas alimañas en unos animales necesarios para el equilibrio ecológico. El lobo, entre otros, pasó de ser una amenaza para el hombre y el ganado a ocupar las listas de especies protegidas. Un año antes, en 1952, un médico francés introdujo la mixomatosis en unos cuantos conejos, cuyo resultado ya conocéis casi todos. La población de conejos descendió tanto en tan poco tiempo que los pocos depredadores que se alimentan de ellos que quedaron después de la citada ley no consiguieron reponerse suficientemente bien. Sin embargo los conejos, debido a su elevada capacidad reproductora, sí que volvieron a subir su número con una relativa rapidez en algunas zonas. Por otro lado los carnívoros, que dependen de esta especie, son más lentos procreando. Si a todo esto le sumamos que hoy día se siguen exterminando a estos animales, el resultado es que actualmente existe un desequilibrio bastante importante en nuestros ecosistemas (por lo contado anteriormente y por otros muchos factores), y los depredadores que nos quedan son insuficientes para poder mantener a raya a los componentes del piso bajo de la pirámide ecológica. Es por esto que “hacen falta” cazadores, pero hacen falta cazadores por culpa de los cazadores. De los cazadores, de la destrucción de los hábitats, de la introducción accidental o intencionada de especies exóticas… somos la única especie animal capaz de agotar sus recursos. Ahora hay cartuchos, perdigones y todo tipo de basura inorgánica por todas partes. Es eso lo que hoy queda en el campo: una jungla de plástico, aluminio y plomo.

P.D.2: Sapo corredor (Bufo calamita), una bonita joya de nuestras zonas húmedas.

miércoles, 12 de enero de 2011

El animal más bello del mundo

Si consultamos en el diccionario de la Real Academia Española la definición de la palabra Belleza, nos dice lo siguiente: "Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas".

Escribo sobre la belleza después de escuchar el programa de radio "La Aventura de la Vida" del año 1974, presentado por Félix Rodríguez de la Fuente en el que reflexiona sobre este concepto, que gracias a las nuevas tecnologías y el acceso a la información de la que disponemos actualmente es posible volver a escuchar estos programas que se emitieron antes incluso de que yo naciera.

¿Cúal sería para ti el animal más bello del mundo? No sé si alguna vez te lo has planteado. Para Félix estaba bastante clara su respuesta. El animal más bello del mundo, ese que posee la belleza suprema, es el leopardo. Esos ojos de color verde esmeralda, esa piel moteada, esa figura característica de los felinos.  Pero no sólo las características físicas hacen de este animal que sea uno de los más bellos del mundo, sino también sus cualidades, esas que la naturaleza le ha dotado: una piel suave que le permite moverse entre la vegetación sin hacer el más mínimo ruido, un pelaje perfectamente adaptado al medio y que le hace camuflarse a la perfección, gran capacidad de saltar, una gran fuerza para cazar a sus presas, una velocidad increíble en carrera, en definitiva un ser que ha evolucionado tanto que llega a rozar la perfección.

Para Félix, la conclusión a todo esto es que la belleza está vinculada a la perfección y a la adaptación al medio en el que vive esa especie.

Pienso que no le faltaba razón a Félix cuando decía eso, quizá por eso para mí el animal más bello del mundo, ese que me parece el ser más perfecto que existe sobre la tierra sea también el más adaptado al medio, el más evolucionado de nuestra fauna ibérica. Estoy hablando por su puesto de nuestro lince ibérico.
Una criatura de perfectas proporciones, un pelaje moteado que le proporcionan un camuflaje extraordinario y sobre todo una rapidez cazando sus presas que es admirable. Está tan especializado en la caza de conejos, que gasta muy poca energía. Para mi, el lince es el ser más perfecto que existe.
Su supervivencia está en peligro, quizás por esa especialización de la que hablamos, quizás por haber llegado a tal punto en la evolución, quizás por ser tan perfecto.
¿Cuál es para ti el animal más bello?¿Por qué?


viernes, 7 de enero de 2011

Aumenta la lista Ramsar

Una buena noticia para los espacios naturales españoles: cinco nuevos humedales han sido incluidos en la lista del Convenio Ramsar, firmado por España en el año 1982.
Se trata de los siguientes:

- Ría de Villaviciosa (Asturias)
- Laguna de Campotejar (Murcia)
- Laguna de Las Moreras (Murcia)
- Las Saladas de Sástago-Bujaraloz (Zaragoza)
- Los Tremedales de Orihuela (Teruel)

En total son ya 73, los humedales españoles que conforman el listado Ramsar. Son zonas de importancia internacional, especialmente como hábitats para las aves acuáticas. Por todo el mundo existe una red de más de 1700 humedales de gran interés ecológico, muy importantes para conservar la biodiversidad.
Las aves no entienden de fronteras políticas, se mueven de unos países a otros guiadas por su instinto y por su naturaleza. Es evidente la importancia de proteger las zonas húmedas de todo el mundo, porque de nada serviría proteger a las especies y sus ecosistemas en un país, si cuando cruzan la frontera no tienen un lugar donde alimentarse ni donde criar.
Si quieres consultar los humedales Ramsar que tenemos en España pincha AQUÍ.
Más info sobre los espacios Ramsar españoles en el Ministerio de Medio Ambiente.